Conoce más de la Posada del Corregidor

 

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Construido íntegramente en madera, el balcón es uno de los elementos más distintivos de esta casa esquina colonial que permanece en calle Esmeralda. Destaca por su continuidad en las fachadas oriente y sur, ubicándose en la tipología de “balcón corrido”, o “volado”, ya que no posee pilares que lo sostengan desde el piso. Son los canes, vigas de madera que cargan en los muros de adobe y sobresalen al exterior, los que distribuyen su peso, presentando un trabajo de tallado en sus terminaciones. Este modelo, de reminiscencias del “balcón mudéjar”, fue distribuido por los colonizadores españoles a lo largo de Latinoamérica, siguiendo los modelos constructivos y decorativos andaluces, sevillanos y vascos. Integra también, en este caso, una baranda y balaustrada de tablas perfiladas. Por su parte, los catorce pilares que sostienen la techumbre, no sólo generan un efecto de simetría visual que invita a recorrerlo, sino que tiene un objetivo funcional: continua la techumbre de tejas protegiendo sus muros de adobe de las aguas lluvias, conformando un “faldón de cubierta” como también se conoce. El corredor, permite captar corrientes de aire para la ventilación y eliminación de la humedad en el espacio interior del segundo piso. Y no sólo eso: también arroja sombra sobre la fachada, plaza y vereda a quienes la observan o caminan por fuera. Según algunos registros, habría contado con celosías, las cuales habrían sido retiradas en la primera gran remodelación que tuvo en 1926 cuando fue adquirida por Darío Zañartu Cavero. Con estos antecedentes, el balcón no solo cumple una función decorativa, sino que forma parte de una estrategia integral de control de ventilación, iluminación y clima al interior de la construcción que ha permanecido por más de dos siglos. ?¿Qué te pareció este post? Escribe tus comentarios! #posadadelcorregidor #arquitecturachile #plazadelcorregidor #calleesmeralda #balconesconencanto #balcones #zañartu #arquitecturacolonial @munistgo @fundacionculturalstgo @eligecultura @servicio_patrimonio

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Hoy jueves de #tbt volvemos a la de la Posada del Corregidor y la bohemia literaria, viajando a junio de 1936, fecha en la que Arturo Aldunate Phillips, realizó una destacada charla en torno a la obra temprana de Pablo Neruda. La Posada acogía las habituales charlas de la Sociedad Amigos del Arte, espacio en que Aldunate, poeta, ingeniero civil, matemático, investigador y profesor chileno, leyó un trabajo original sobre las obras que Neruda había publicado a la fecha: Crepusculario, Veinte poemas de amor y una canción desesperada, El hondero entusiasta, y especialmente a Residencia en la Tierra. Dirá Aldunate: “Se ha tildado a Neruda de materialista, porque hace intervenir a la materia en todos sus poemas. Yo diría, sin embargo, que Neruda es esencialmente espiritual y que ha logrado percibir la vibración íntima que se esconde dentro de la materia”. Tanto éxito tuvo Aldunate con su charla, que el intelectual Alfonso Hernández Catá, a la fecha embajador de Cuba en Santiago, lo presenta con el rector de la Universidad de Chile, Juvenal Hernández, para repetir la charla en el Salón de Honor de la Casa Central, acto en el cuál se repitió el éxito que había tenido la exposición en la Posada. Posteriormente la charla fue publicada por editorial Nascimento ese mismo año. Luego, en 1943 con la autorización de Neruda, Aldunate recopiló algunos de sus poemas y presentó “Selección Pablo Neruda”, libro que ganaría el Premio Municipal de Literatura en 1944, claro antecedente que permitió que el poeta recibiera en 1945 el Premio Nacional de Literatura, al igual que Aldunate en 1976. PS: Con el dinero que obtuvo de las ventas de ese libro y del premio, Pablo Neruda pudo comprar su residencia en Isla Negra. Imágenes: Arturo Aldunate y estudiantes, 1966. Memoria Chilena. Publicaciones de Arturo Aldunate. @fundacionculturalstgo @culturas_cl @munistgo @stgoturismo @servicio_patrimonio #tbt #tbtphoto #posadadelcorregidor #tbt♥️ #neruda #pabloneruda #aldunatephillips #premiomunicipaldeliteratura #memoriachilena

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En este jueves de #tbt volvemos a la década del ’20 en la Posada del Corregidor, uno de los espacios preferidos de la bohemia santiaguina. Cercano a la colonial construcción se ubicaba “El Alemán”, mientras que en las calles Bandera y San Pablo del Barrio Mapocho los bares “El Jote”, “El Venezia”, “Hércules” y “Zeppelin” conformaron el circuito preferido de escritores, pintores, poetas y bohemios de esta Generación. Sin embargo, en el invierno de 1934, el animado grupo encontró la tragedia: el poeta y cronista Alberto Rojas Giménez encontró su temprana muerte luego de una nefasta juerga en la Posada. Nacido en Valparaíso en el año 1900, fue también periodista y dibujante, además de entrañable amigo de Pablo Neruda. Junto a Tomás Lago, Rubén Azócar, Romeo Murga, Diego Muñoz, Rocco del Campo y Abelardo “Paschín” Bustamante, conformaban un grupo al que Pablo de Rokha llamaba despectivamente la “banda negra” de Neruda. Poco conocidos por sus escasas publicaciones, fueron opacados por la figura del futuro Premio Nobel. Según los cronistas, Rojas Giménez y Rocco del Campo se incorporaron a la celebración del pintor «Paschín» Bustamante y el escultor Germán Montero, quienes, tras ganar unos premios, iniciaron un gran festejo con el dinero obtenido. Tras días de celebración, los artistas deciden partir, dejando alguna suma para los escritores, continuando la juerga hasta llegar sin dinero a la Posada. Ebrios y mojados por la lluvia, pidieron “el mejor vino de la casa”. Los mozos sospechando de su capacidad para pagar, los obligaron a dejar sus abrigos en parte de pago, expulsándolos del local. La lluvia y la irreverencia cobraron su cuota. Ambos llegaron empapados y friolentos hasta la casa de la hermana del protagonista, donde los recibieron de madrugada. Rojas Giménez enfermó gravemente, de bronconeumonía, y murió al día siguiente. Imágenes “Alberto Rojas Jiménez se paseaba por el alba”. 1994. DIBAM. Retrato fotográfico. S/F. Revista Altazor Posada del Corregidor. c. 1920. En Terreno @munistgo @fundacionculturalstgo @patrimoniochileno @culturas_cl #posadadelcorregidor #decadade20 #santiago #barriomapocho #eljote #albertorojas #labandanegra #pasado

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¿Sabías que el sector en donde se ubica la Posada del Corregidor se conocía como Las Ramadas? En el actual barrio Esmeralda, habitaban las clases más empobrecidas de la sociedad colonial. Crónicas de la época, denominan a este sector como “Las Ramadas”, haciendo referencia a la precariedad material de estructuras con fines habitacionales o comerciales existentes. Para ilustrar estos entornos, Eugenio Pereira Salas recupera una crónica de la expedición Malaspina: “Las ramadas (de Concepción), no son otra cosa que chozas formadas de estacas con sus divisiones, paredes y techos de ramas de árboles o matas unidas, dándoles el tamaño y hechura del gusto e idea de su dueño, se colocan en una gran pradera… formando una calle bastante ancha con dos líneas de chozas”. Este sector, que será uno de los arrabales de la ciudad, configura su fisionomía en el tramo final de la colonia y los albores independentistas. “Las Ramadas” se caracterizarán por la actividad comercial en torno a la entretención y recreación, la venta de comida, expendio de bebidas, juego, baile y música reunidas en las “chinganas”, desplazamiento urbano de la “ramada” o “fonda” rural, siendo habitual que fueran administradas por mujeres. En este punto, “Las Ramadas” ya no solo denominan un sistema constructivo, sino que, a estos espacios de sociabilización y recreación de los estratos populares, que encuentran en ellas una expresión del cuerpo social que componen, por fuera del control legal y moralizante de las elites o la iglesia. Finalmente, la misma construcción de la Posada se hará parte del entorno: en el siglo XIX será conocida como “Filarmónica”, nombre genérico para salones de baile abiertos al público ubicados en el centro de la ciudad. Posteriormente, a través de sucesiones y compraventas, funcionará como almacén, bar o cantina, permaneciendo como espacio material con orígenes de fiesta y diversión popular. Imágenes: Memoria Chilena -Chingana en Tres Puntas, hacia 1852. Paul Treutler -Chingana, 1854. Claudio Gay -Cantina, 1900. Harry Grant Olds Urbatorium -Calle Las Ramadas y la Posada, c. 1920 #posadadelcorregidor #lasramadas #chingana @munistgo

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¿Sabías qué en la Posada del Corregidor Pablo Neruda leyó por primera vez en público, algunos poemas de “Residencia en la Tierra”? Tras volver a abrir como bar y salón de baile a fines de los años 20, en las siguientes décadas comienza a ser conocida como un espacio de la bohemia intelectual santiaguina: artistas, escritores, poetas e intelectuales comienzan a visitarla de forma asidua y consagra su actual nombre como la “Posada del Corregidor”. En este espacio, se reunía la Sociedad de Amigos del Arte, y fue el lugar en donde se realizó el recital poético de Neruda para presentar este libro inédito. El poeta, que había retornado de sus labores consulares en el Extremo Oriente, deambulaba por el centro de la ciudad: habitando con amigos, o una pensión en calle Santo Domingo 736, y luego en un departamento del pasaje Huneeus 1155 frente al antiguo Congreso Nacional. Después de reunirse con sus amigos de la bohemia y ponerse al día de las novedades ocurridas durante su ausencia, logra presentarse en un recital poético en la Posada del Corregidor el 11 de mayo de 1932. Para la lectura, Neruda, se oculta tras coloridas máscaras orientales, que forman parte de su primera gran colección. Son “máscaras recogidas en Siam, en Bali, en Sumatra, en el archipiélago malayo, en Bandoeng” y son “doradas, cenicientas, de color tomate, con cejas plateadas, azules, infernales, ensimismadas”, dirá en sus Memorias. Apoyado por sus amigos realizará un nuevo recital enmascarado en el Teatro Miraflores para noviembre de ese mismo año. Al bullado éxito de las “performances” del poeta ya reconocido entre los grandes, seguirán las publicaciones de “El hondero entusiasta” y de la ahora mítica edición de “Residencia en la tierra” por la editorial Nascimento. De este modo, como puedes leer, muchas historias, creación y artistas han pasado y lo siguen haciendo por esta antigua construcción colonial. Imágenes: – Pablo Neruda y María Antonieta Hagenaar en Batavia (Yakarta, Indonesia). – Primera edición de “Residencia en la tierra”. – Posada del Corregidor h. 1920 #CulturaEnCasa #PosadaDelCorregidor #PalacioCousiño #PalacioAlamos #CasaColorada #Santiago @munistgo

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